Esto es amor y fetichismo.

Teresa es una mujer que ha sido detenida por asesinar a su marido en Serbia. Para hacerlo, lo drogó, le clavó varias puñaladas y le cortó los genitales con una motosierra delante de la hija menor de edad, que fue a quien alertó a Emergencias de lo que estaba pasando en el interior del piso.

La hija ve cómo le está cortando los genitales con una motosierra

La hija de ella, al oír los gritos de dolor del padrastro, inmediatamente, avisó a su hermano y fueron los dos a la habitación y pudieron comprobar que su madre le estaba cortando los genitales con una motosierra.

Teresa cocinó los genitales del hombre: se les quería comer

El hombre tenía una orden de alejamiento hacia Teresa, ya que, presuntamente, la maltrataba, motivo por el cual estuvo 30 días detenido. Teresa tenía una orden de alejamiento, pero el hombre la incumplió y se fueron a vivir juntos.

Algo parecido, paso con un primo de mi ex, ella se fue a Valencia, al cabo de un año llamo a su ex, el fue a rescatarla, ya que ella era yonki y puta, cuando la trajo, empezaron los problemas, denuncias por malos tratos, (mentira), robo en su propia casa y lo denuncio, se quedo con la casa y el coche y el primo se tuvo que ir. La gran suerte que tuvo este hombre, que se empotro su ex de frente contra un pilar en una curva y se mato, iba puesta de todo, encima el hijo que no era de el, sino solo de ella, el lo adopto.

Loading

Robert Maudsley, considerado el hombre más peligroso de Reino Unido, acabó con la vida de un preso y se comió parte de su cerebro

Vive desde hace 43 años bajo la prisión de Wakefield, aislado en una jaula de cristal antibalas de 5,5 x 4,5 metros única en el mundo. La única luz natural que recibe es en la hora que tiene para salir al exterior a hacer ejercicio, pero no mantiene contacto con ningún preso sólo con los seis guardias que lo custodian.

La cama de Maudsley es una piedra de hormigón y la puerta está hecha de acero sólido, que se abre desde dentro de una jaula dentro de la celda. La jaula está rodeada de gruesos paneles acrílicos transparentes y tiene una pequeña abertura en la parte inferior, a través de la cual los guardias pasan al asesino en serie sus comidas.

Durante años, su padre los sometió a abusos físicos. Maudsley era el que se llevaba la peor parte porque muchas veces salía en defensa de sus hermanos, lo que enfurecía a su padre y lo castigaba con mayor dureza.

 “Nuestros padres nos llevaron a casa y éramos sometidos a abusos casi todos los días. Casi siempre nos daban una paliza y nos enviaban a nuestra habitación”, explicó en una ocasión y dijo que “lo que más recuerdo de esos momentos eran las palizas. Una vez estuve encerrado en mi habitación por seis meses. Mi padre sólo abría la puerta para golpearme.

Pero como en muchas otras ocasiones, la realidad supera a la ficción. El verdadero Lecter es Robert Maudsley, de 68 años, considerado como el preso más peligroso de Reino Unido. Al igual que el protagonista de la película, vive desde hace 43 años bajo la prisión de Wakefield, aislado en una jaula de cristal antibalas de 5,5 x 4,5 metros única en el mundo. La única luz natural que recibe es en la hora que tiene para salir al exterior a hacer ejercicio, pero no mantiene contacto con ningún preso sólo con los seis guardias que lo custodian.

Robert Maudsley, el Hannibal Lecter británico
Robert Maudsley, el Hannibal Lecter británico

Posteriormente, llegó a decir que si “hubiera matado a mis padres en 1970” no habría muerto ninguna persona más”. Sus víctimas eran asesinos y pedófilos. Sólo mataba a criminales, eso sí, con una sangre fría y brutalidad nunca vista antes.

La celda es muy similar a la de Hannibal Lecter en "El silencio de los corderos"
La celda es muy similar a la de Hannibal Lecter en «El silencio de los corderos»

Su primer crimen y el único que cometió fuera de prisión fue a los 21 años. Un pedófilo llamado John Farrel contactó con él para mantener relaciones sexuales. Farrel le mostró unas fotografías de niños de los que había abusado y desató la ira de Maudsley que lo estranguló de forma muy violenta. Durante el juicio fue condenado a cadena perpetua y los médicos forenses recomendaron que nunca fuera liberado por sus terribles problemas psicológicos.

Ese fue el crimen que le llevaría hasta el hospital psiquiátrico de alta seguridad de Broadmoor. Allí fue donde cometió su segundo y monstruoso crimen. En 1977 se puso de acuerdo con otro recluso y lograron encerrar en su celda a David Cheeseman, condenado por pedofilia. Lo torturaron hasta la muerte durante nueve horas.

Este crimen fue el que provocó su traslado a Wakefield, conocida como “mansión monstruosa”, por albergar a los presos más peligrosos del país. pero esto no le detuvo y en 1978 cometió dos asesinatos más. El primero de ellos fue Salney Darwood, condenado por torturar a su mujer. Le invitó a su celda y le golpeó en la cabeza y lo acuchilló hasta la muerte.

A Bill Roberts, encarcelado por violar a una niña de 7 años. Maudsley lo mató clavándole una cuchara afilada en la oreja y en el cerebro. Cuando los funcionarios del centro llegaron dijeron que se había comido el cerebro de su víctima.

Esto no llegó nunca a demostrarse pero a partir de ese momento, Maudsley sería conocido como “Hannibal, el caníbal”.

tengo unas ganas de comer de esto….

Loading

Para zanjar el tema ya, ahogasión!

La autopsia practicada este viernes al cadáver de Mourad Lamrabatte, el turista holandés de 31 años que saltó desde un acantilado de las islas Malgrats cuando su mujer lo grababa, ha desvelado que el hombre murió ahogado y no por el impacto contra las rocas. Tal y como adelantó este jueves en primicia la web de Ultima Hora, los forenses han confirmado que los pulmones de infortunado se inundaron de agua tras hundirse quince metros, lo que confirma que no murió por el golpe. Mourad pasaba unos días de vacaciones en Mallorca con su mujer y sus dos hijos, el mayor de ellos de 4 años.

El jueves por la mañana alquilaron una lancha y se dirigieron a las islas Malgrats, en Santa Ponça (Calvià), donde él quería escalar un peligroso acantilado de 22 metros de altura, junto al mar. Su esposa grabó la secuencia del ascenso, al parecer retransmitiendo en directo desde una plataforma de internet, y el salto desde aquel precipicio. La caída, a gran velocidad, duró unos segundos y al turista le faltó un metro para no colisionar con las rocas, ya junto al mar, y rebotar dramáticamente.

La autopsia desvela que el turista que saltó desde las Islas Malgrats murió ahogado

El turista que saltó desde el acantilado de las Malgrats murió ahogado y no por el impacto

El cuerpo se hundió hasta quince metros de profundidad, cerca de la barca desde la que grababa la mujer, y los GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas) de la Guardia Civil rescataron el cadáver poco después. Tenía la cadera, un brazo y las piernas con heridas muy graves y los investigadores pensaron que la causa de la muerte era el impacto contra las rocas, previo a la caída al agua. Sin embargo, la autopsia reveló que Mourad aún vivía y murió ahogado. No se dio cuenta de nada porque había perdido el sentido. La Policía Judicial de la Guardia Civil, por su parte, ha intentado sin éxito tomar declaración a la viuda, que sigue en estado de shock y no reacciona. El fallecido era un exfutbolista del Vitesse y jugó en la temporada 2010-2011, donde debutó con el primer equipo. Ayer, en el club colgaron un mensaje de texto en su cuenta oficial: «Vitesse desea a la familia y amigos de Lamrabatte mucha fortaleza para sobrellevar la gran pérdida». Sus excompañeros declararon que estaban «consternados» por la trágica muerte.

Loading