Isabel II y miniyo…. la historia.

El mismo día que cumplió dieciséis años, la reina Isabel se desposó con Francisco de Asís de Borbón, duque de Cádiz, su primo carnal por doble ascendencia, dado que los padres de la reina y del rey consorte eran hermanos, igual que las madres.

Bichoooo!

La injerencia internacional era palmaria. Inglaterra apoyaba la candidatura del príncipe Leopoldo de Sajonia-Coburgo, primo de la reina Victoria y favorito de la propia princesa Isabel. Pero Francia lo vetó. Se barajó entonces otro posible enlace de Isabel con Carlos Luis de Borbón, conde de Montemolín, con el cual se habrían ahorrado seguramente disputas dinásticas y guerras carlistas. Pero también se descartó. Se optó así finalmente por Francisco de Asís, un candidato de consenso que solo planteaba problemas en la regia alcoba.

Tras el apañado enlace, el apellido Borbón figuró hasta en la sopa: sus ocho primeros apellidos eran el mismo… ¡Borbón!, los hijos de la nueva pareja serían Borbón, Borbón, Borbón, Borbón, Borbón, Borbón, Borbón, Borbón Sajonia, (buenas chuletas, las chuletas de sajonia).

El desenlace

Francisco de Asís padecía, igual que su tío Fernando VII, deformación genital, solo que al revés: su miembro viril era demasiado reducido, lo cual, según algunos de sus contemporáneos, le hizo ser impotente.

La reina Isabel II llegó a decir en su noche de bodas, arremetiendo contra Francisco de Asís: «Qué podía esperar de un hombre que llevaba más encajes que yo». 

Los versos de una estrofa de «La Corte de los Milagros», de Valle-Inclán, confirmaban el desviado talón de Aquiles de este rey al que entonces ridiculizaban en todas las cortes de Europa apodándole «Paquita». Marañón decía de él que, a causa de su deformación genital, tenía que «orinar en cuclillas, como si fuera una mujer», siguiendo la copla popular: «Paco Natillas/ es de pasta flora/ y se mea en cuclillas/ como una señora». Su propio médico de cabecera corroboraba que su aspecto no era precisamente varonil: «La constitución del rey era enjuta, de mediano desarrollo orgánico». Ligeramente asténico y aprensivo (no consentía recibir en audiencia a quien estuviera constipado), Francisco de Asís moriría octogenario, de una pulmonía.(el covid de toda la vida).

Pensamiento: Como la tenía tan pequeña, le daban polculo para ver si la inflaban, como los guantes de látex que hay que soplar, digo yo!. 5 hijos tuvo…. el marica!.

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