LA SEcTA ( no, no es la de Ferreras)

Católica con papa propio que canonizó a Franco y excomulgó al rey Juan Carlos I

Un contable llamado Clemente se ‘apropió’ de una aparición mariana ante cuatro niñas, fundó una Iglesia cismática y se autoproclamó papá después de ‘hablar’ con Jesucristo. Sus fieles, tras un lavado de cerebro, sufren un régimen de esclavitud.

Clemente, fundador de la Iglesia palmariana y autoproclamado papa, con sus estigmas, estimando

Es Semana Santa y los frailes y monjas procesionan con la Virgen de la Aurora, que tuvo a bien aparecérsele hace medio siglo a cuatro niñas con acento andaluz. Ahora la chavalada alterna a su paso el alemán y el castellano con deje sureño, mientras que a la izquierda observan la imagen los hombres con escapulario y a la derecha, las mujeres con velo. «Al sorprendente número de niños ya le cuesta mantener el decoro».

La Iglesia palmariana induce a sus fieles a tener muchos hijos para que haya cantera. Cuantos más, mejor, por lo que los animan a procrear», explica el escritor gaditano, quien señala que algunas camadas rondan la decena de cachorros. Ninguna novedad en otros credos, aunque aquí y ahora cobra más sentido: esta orden cismática ha ido perdiendo devotos, por lo que esa medida se suma a la recuperación de antiguos miembros para la causa.

En marzo de 1968 la virgen se le apareció a cuatro niñas en medio de la nada. Una visión que se repetiría con dos beatas elegidas desde las alturas, a las que se sumaría una tercera que recibió la comunión de la mano de Jesucristo. Crédulos y creyentes acudieron al lugar, escenario de sucesivos arrebatos místicos. Aquello parecía una rave donde corría, más que el éxtasis, el ácido lisérgico. En vez de la cabina de un pinchadiscos, instalaron un altar. Y, cuando parecía que la temporada llegaba a su fin, en octubre Clemente y Manolo se convirtieron en los DJ residentes. Que rule la rula…

Clemente hablaba con Dios y Manolo estafaba a todo dios. «Uno era la fachada porque resultaba convincente y el otro, el cerebro que movía los hilos por detrás, encargado del ideario y de la organización», añadeDecarlini, convencido de que ambos se necesitaban mutuamente y que, en solitario, la Iglesia palmariana hoy no existiría. El desparpajo y las habilidades sociales de Clemente Domínguez se complementaban con las dotes doctrinales y contables del ideólogo Manuel Alonso Corral.

grande de Niro!

El primero sería papa del rebaño herético, pero sin el consentimiento del segundo no se hacía nada. Sí, papa: los dos espontáneos, quienes habían llegado a aquel paraje por curiosidad, sacaron tajada de las apariciones marianas, desplazaron a los primeros visionarios y terminarían fundando una Iglesia al margen del Vaticano. Para ello, Clemente aseguró que se comunicaba con Dios quien le enviaba estigmas por mensajes: unas llagas de crucificado en las palmas de las manos o una cruz en la frente.

El Palmar de Troya se convirtió en un destino de peregrinación desde toda Europa, aunque las apariciones calaron sobre todo en los ojos incautos ojos de alemanes, suizos y austriacos, antes de fijarse en las retinas suramericanas y africanas. Los ofrecidos, claro, ofrecían también su dinero y aquel humilde altar terminaría siendo una fortaleza rodeada de murallas donde quien entraba no salía. Y, si osaba hacerlo, era excomulgado, expuesto al diablo y repudiado por su familia.

Ahí hay taco!

Una anécdota en comparación con las barbaridades que tendrían lugar dentro de la congregación, aunque entre sus páginas de oro figuran la excomunión del rey Juan Carlos I y la canonización de Franco, Primo de Rivera o Carrero Blanco, el único que realmente alcanzó los cielos.

Así, hay niñas de Fátima o de Lourdes, pero no de El Palmar, donde Gregorio XVII sacaba tiempo, entre trago y trago, para ordenar cardenales a destajo y, de paso, excomulgar al anticristo Juan Pablo II. Él se paseaba tan pancho por la Feria de Abril de Sevilla rodeado de su séquito y se cogía unas cogorzas de órdago en bares y restaurantes de la capital. Iba tan ciego que Manolo tuvo que tomar cartas en el asunto. «Controlaba sus desmanes para que no afectasen a la credibilidad de la Iglesia, porque llegó a oficiar misa visiblemente borracho»

 A Clemente le traía sin cuidado la mala fama que había cosechado en la provincia, una vida extramuros que no se correspondía con la férrea disciplina establecida dentro, un régimen esclavista donde la explotación laboral era manifiesta y la sexual, difusa, aunque con testimonios que corroboran los abusos. «Le gustaba mucho disfrutar de los placeres de la vida, pero la ceguera lo sumió en una depresión absoluta y llegó un momento en que vio que su papel en la organización era nulo».

Un poco más aquí.

https://www.publico.es/sociedad/religion-palmar-troya-secta-papa-iglesia-palmariana.html

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