Me río por no llorar

Es triste a un nivel muy inhumano. No sólo porque se suponga que legalmente sólo los hombres son capaces de asesinar a sus hijos (aquí una excepción de tantas, y bastante reciente), sino que se desprotege a niños que no tienen la «suerte» de vivir bajo la amenaza de la persona mediáticamente linchable.

Cuando se trata de niños de segunda asesinados por su madre, tía, abuela… los medios lo sacan de tapadillo y quitándole hierro al asunto, con patrañas como la del suicidio ampliado, desequilibrio mental derivado del maltrato, inadaptación cultural…
Me apena, me desagrada, me enfurece el politiqueo de la vida.

La penosa noticia aquí (sin formato para evitar suscripciones al periódico).

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