Un hombre cambia de género y se libra de una denuncia por violencia machista
Una mujer se queda sin protección tras descubrir los Mossos que su ex pareja modificó su nombre en el Registro Civil. Para la Justicia tienen un conflicto doméstico
Carmen (nombre ficticio) se ha quedado sin el amparo de la Ley de Violencia Machista porque su ex pareja se ha cambiado de género. Ahora ya no es Agustín sino Julia (ambos también nombres ficticios).
Conviven en la misma casa porque su pensión de jubilación no contributiva le impide irse.
La pareja comenzó su noviazgo en 2011. Ambos venían de otras relaciones y encauzaron la suya con la madurez de dos personas que rebasaban la barrera de los 50 años. En 2020, según relata Carmen, Agustín comenzó a cambiar. «Quería ponerse ropa interior femenina en momentos íntimos. Pensé que podía ser fetichismo pero después me decía que se sentía mujer y me pidió permiso para hormonarse. Nunca ha querido cambiar de sexo», detalla. Ahí fue cuando Carmen decidió cortar.
El punto de inflexión se produjo el 15 de agosto cuando Carmen llegó a casa tras pasar la tarde cuidando de sus nietos. El candado de su habitación estaba forzado y todas sus cosas, revueltas. Fue a pedir explicaciones a Agustín. «Después de decirme ‘a callar, coño’, empezó a darme empujones, golpes, me intentó quitar el móvil. Yo tenía sangre y arañazos».
Consciente de que cuando una mujer es víctima de violencia machista hay derechos que se despliegan, fue al hospital para hacer un parte de lesiones y poder así denunciarle.
Sin embargo, los Mossos d’Esquadra no pudieron cursar la denuncia al advertir que Agustín se había cambiado de género cinco meses antes, en marzo. «Cuando me senté delante del agente me comunicó con sorpresa que mi ex pareja tenía, ahora, nombre de mujer a efectos oficiales».
LA FRASE
«Era una psiquiatra experta en transexualidad. Tras la terapia, vino enfadado porque la médico puso que tenía tendencias al travestismo y no rasgos transexuales», profundiza.