La escalofriante historia de Sergei

El 18 de mayo de 1991 Sergei Krikalev partió a bordo de la nave Soyuz para una misión de cinco meses en la estación MIR que orbitaba la Tierra.
Para entonces, la estación MIR era un símbolo de poderío soviético en la exploración espacial. La misión de Krikalev era más bien rutinaria, debía hacer algunas reparaciones y actualizaciones a la estación. 
Pero mientras en el espacio las cosas transcurrían sin mayores problemas, en tierra la Unión Soviética comenzaba a resquebrajarse rápidamente. 
Dentro de la estación Mir, Krikalev sabía lo que estaba pasando ya que tenía llamadas con su esposa, Elena, quien trabajaba dentro del control de la misión. Mientras estuvo en Mir, se postpuso su regreso, comentó que la razón principal de su retraso era clara: el dinero!!!
“El principal argumento es el económico, ya que no ir por mí les ayuda a guardar dinero. Dijeron que sería difícil para mí, nada bueno para mi salud. Pero en este momento el país pasa por una situación difícil, la oportunidad salvar algo de dinero es prioridad.”
La disolución de la nación provocó que Krikalev se convirtiera en un astronauta sin nacionalidad. El dinero se había agotado con las protestas y las revueltas que dieron el tiro de gracia a la URSS.
finalmente, el 25 de marzo de 1992, Krikalev aterrizó en Kazajistán. Era la última persona soviética que no estaba en la Tierra cuando fue derrumbada la URSS. Pudo volver a respirar aire terrestre tras más de 300 días en órbita, donde le dio la vuelta al planeta unas cinco mil ocasiones.
Krikalev amasó un total de 803 días 9 horas y 39 minutos en el espacio si se suman todas las misiones en las que participó. Siguió trabajando en temas espaciales, tras la disolución soviética, en colaboración con la NASA. Actualmente tiene 65 años.

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