Megapost

¿Sabias que Pepsi fue la sexta potencia militar mas grande del mundo? te lo cuento en este Megapost!


La guerra fría

En 1989 Pepsico, la compañía estadounidense encargada de producir la reconocida bebida carbonatada Pepsi, tuvo en su poder 17 submarinos, un crucero, una fragata y un destructor.


Pero, ¿por qué una compañía dedicada a producir gaseosas tenía tanto armamento?

Para responder esto debemos retroceder hasta 1959. El vicepresidente estadounidense Richard Nixon y el primer ministro soviético Nikita Kruschev se encontraban reunidos en Moscú en una exhibición nacional Americana.

Junto a la sala de debate, Pepsi había instalado un quiosco. Y a cargo estaba el entonces jefe de márketing de la empresa el señor Kendall; Cuando el hombre de negocios notó que tras el acalorado debate el líder soviético se secaba el sudor de la frente, corrió hacia él con un vaso de Pepsi fría.


La oportunidad de oro

Con la foto del líder soviético tomando una Pepsi, la empresa obtuvo la mejor publicidad soñada en un país donde toda expresión del capitalismo estaba prohibida, mientras se iniciaba el acercamiento para un millonario contrato para poder vender la bebida en la unión soviética.


Un camino lleno de baches

Tuvieron que pasar 13 años -con Nixon ya en la presidencia de EE.UU.- para que Pepsi pudiera comenzar a operar en la Unión Soviética. El único problema era la forma de pago.

La Unión Soviética no tenía acceso a la moneda extranjera y el rublo no podía ser intercambiado en el mercado internacional.


El Vodka fue la solucion

Entonces, la solución fue intercambiar productos. Los soviéticos pagarían el ingreso de Pepsi con los derechos de exportación y comercialización del vodka de marca Stolichnaya en EE.UU. 

De esa forma, Pepsi se convirtió en el primer producto occidental en ser producido, envasado y distribuido totalmente en la Unión Soviética. Las ganancia bordearon los US$1,5 mil millones. 


El poderío militar

Años después, al renovar el contrato en 1989, esta vez, en lugar de que el intercambio sea solo por vodka, incluiría naves y equipamiento militar, debido a la mala salud financiera de la unión soviética para entonces.


Terminando con la guerra fría

«Estamos desarmando a la Unión Soviética más rápido que ustedes», bromeaba Donald M. Kendall, cabeza de la compañía, con el asesor de Seguridad Nacional del entonces presidente de EE.UU. George H. W. Bush.


El final de la historia

50 años después del primer encuentro entre Kendall y Kruschev, en diciembre del 2010, el empresario estadounidense viajó a Rusia para recibir el agradecimiento de Vladimir Putin.


Y todo gracias a un buen sorbo de Pepsi tras un acalorado debate.

Fin

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