Sincronía menstrual.

Los latidos de las parejas mayores se sincronizan cuando están cerca.

Mientras el corazón de uno lidera el ritmo cardíaco, el otro le sigue hasta que se sincronizan.

Investigadores han publicado un estudio que examina la dinámica de las relaciones a largo plazo a través de su proximidad; es decir, cuando están cerca uno del otro, y han comprobado que los patrones cardíacos de ambos se sincronizan creando patrones complejos de interacción. (Noticia La Sexta)

El fenómeno de sincronización espontánea se produce en la naturaleza a diversos niveles, muchos más de los que somos conscientes, varias fuerzas físicas actúan en ello siendo en mayor parte los seres humanos ajenos a su funcionamiento.

Patrones psicológicos.

Así pues, la sincronización es un fenómeno perfectamente estudiado y que se repite a diversas escalas desde grandes planetas con sus satélites hasta unos simples aplausos grupales siendo estudiado y comprendido en la mayor parte de los casos, pero todavía hay algunas circunstancias en las que no se consigue encontrar una verdadera relación entre una sincronización y una causa, es entonces cuando entra en juego el factor mental; las cosas del cerebro son importantes ya que muchas veces, como se suele decir, creer es poder y ese es el principio que se oculta tras fenómenos como el «efecto placebo», claro que para ello primero hay que tener un cerebro…

Vientres sincronizados.

Existe el mito de que dos amigas que viven juntas acaban sincronizando sus ciclos menstruales. Algunas mujeres creen que sus feromonas influyen en las de otras y viceversa.

Emma, de 24 años, vivió con cinco chicas mientras estudiaba en la universidad. Dice que en unos pocos meses todas tenían sus ciclos al mismo tiempo.

Compraban tampones y se ponían temperamentales durante los mismos días y su único compañero hombre se daba cuenta.

«Es una creencia popular», dice Alexandra Alvergne, profesora de Antropología Biocultural de la Universidad de Oxford, en Reino Unido.

La idea de la sincronización empezó con estudios publicados en la revista científica Nature en 1971.

La psicóloga estadounidense Martha McClintock, conocida por ser una de las primeras en difundir este planteamiento, analizó los períodos menstruales de 135 mujeres de una universidad estadounidense.

McClintock encontró que la fecha de inicio de la regla era más cercana entre amigas y compañeras de habitaciones que entre desconocidas y postuló la hipótesis de que las muchachas que pasaban tiempo juntas tenían la oportunidad de que sus feromonas afecten unas a otras.

Pareja española de natación sincronizada.

«Como humanos, siempre nos gustan las historias emocionantes. Queremos explicar lo que observamos a través de algo que tenga sentido. La idea de que se deba al azar o a la casualidad no es tan interesante», agrega.

Movimiento social.

¿Por qué pasaría esto? La explicación más aceptada era que se trataba de una estrategia desarrollada por las féminas para cooperar entre ellas y dejar de ser una especie de «harem«para un solo hombre dominante.

Si las mujeres tuvieran ciclos sincronizados, todas serían fértiles al mismo tiempo, así que un solo hombre sería incapaz de reproducirse con todas.

«El hombre no podría manipularlas a todas, así que por eso se cree que se trata de una forma de cooperación entre ellas», dice Alvergne.

Cuando se publicó la investigación de McClintock en 1971, el feminismo estaba surgiendo como un movimiento importante. Alvergne piensa que esta fue una de las razones por las que la idea se volvió tan popular.

Segunda ola de feminismo en los años 70.

«Creo que a veces detrás de las hipótesis se esconden ‘valores sociales’. Desde un punto de vista feminista, la posibilidad de que las mujeres cooperen para enfrentar la dominación masculina es atractiva», comenta Alvergne.

Otros estudios, algunos realizados en humanos y otros en primates, arrojaron resultados similares.

Pero también hubo búsquedas que no encontraron evidencia de la sincronización. Los críticos detectaron defectos en las primeras investigaciones e inconveniencias en las mujeres escogidas para estas.

Además, la definición de cuándo estaban sincronizadas era muy vaga.

El cuestionamiento más importante, según los detractores, era que McClintock no había tenido en cuenta al azar para explicar la simultaneidad de los ciclos.

Esto parece ir en contra de lo que muchas mujeres experimentan.

Útero «Alpha»

«Si paso un tiempo con una mujer que está menstruando, empezaré a menstruar yo también», dice Inez, de 26 años. «Mi vientre es como el jugador de un equipo. Simplemente quiere ser parte del grupo de chicas».

Inez cree además que algunas mujeres tienen úteros que prefieren ejercer un papel de liderazgo.

«Tengo un útero clásico beta. Mi amiga Suzanne tiene un vientre alfa. Ella influye en cualquiera en un radio de 15 kilómetros. Si llega menstruando a algún lugar, todo el mundo empieza a buscar tampones», cuenta.

Se tiende más a seguir a alguien que a liderar.

Expectativas versus realidad.

El problema viene cuando la teoría parece venirse abajo. Inez dice que nunca se ha sincronizado con su compañera de apartamento: «la conozco desde los 12 años y creo que se resiente un poco porque no me sincronizo con ella».

Es un problema emocional cuando una mujer cree en este mito de la sincronía menstrual y a ella no le funciona, probablemente crea que ello se debe a que no está tan en sintonía con su amiga como pensaba antes que rechazar la idea como algo probado y atribuirlo al azar.

Tal vez no deberíamos rebatir sus creencias ahora que sabemos que la sincronización es un fenómeno real y muy repetido salvo si fuese para dar consuelo a alguien a quien no le funciona.

Amigas en un partido de fútbol. Han «sincronizado» su vestuario.
Probablemente sincronicen también sus visitas al baño.

La casualidad…

La antropóloga Alvergne no se sorprende de que las mujeres observen cierta coincidencia en su ciclo menstrual con sus amigas.

«La pregunta es: ¿ocurre por casualidad o no? Si se debe al azar, uno esperaría que pase al menos la mitad del tiempo», señala.

Mono babuino
Científicos estudiaron los ciclos menstruales de las hembras de los monos babuinos, nuestros primos cercanos.
Mas cercanos a unos que a otros.

Recientemente algunos académicos decidieron investigar si la sincronización de los períodos podía atribuirse a la casualidad.

Estos compararon datos recogidos durante seis años de los ciclos menstruales de las hembras de nuestros primos cercanos, los monos babuinos.

«Propusieron dos modelos», dice Alvergne. «Uno era el modelo con la hipótesis emocionante», también conocida como la «estrategia evolucionada», por la que las mujeres se sincronizan como un mecanismo de defensa contra los machos dominantes.

«Y el otro modelo era la propuesta aburrida, en el que los patrones eran atribuidos al azar», detalla la especialista.

Los investigadores contrastaron qué tanto se adecuaba cada modelo a los datos reunidos. Decidieron que la segunda propuesta era la mejor de lejos.

En este caso la casualidad parecía real.

Falsos mitos

En el futuro se podrían realizar más averiguaciones que arrojen evidencia de que los periodos de las mujeres se sincronizan. Pero por ahora los estudiosos se muestran escépticos.

«Quizás lo que vemos no es más que casualidad», dice Alvergne. (Artículo BBC)

Mujer con dolores menstruales.
Probablemente la «sincronización» no sea más que una ilusión. Para algunas, una desilusión.

Ese artículo del que usted me habla…

Como curiosidad, no existe un artículo en la Wikipedia sobre la sincronía o sincronización menstrual, aunque sí se menciona dentro de otros artículos sobre cultura y menstruación en donde se habla también de la sincronización lunar como posible explicación al hecho en ese perpetuo afán por querer atribuir una explicación lógica a lo que a veces puede ser mera coincidencia, concluyendo finalmente que es probable que tal sincronía no exista.

Además, si buscamos «Sincronía menstrual» en la barra de búsqueda encontraremos esta graciosa recomendación:

Quizás quisiste decir: sinfonía mensual

La verdad… ahora me da curiosidad por investigar cuál pudiera ser esa sinfonía mensual que sugiere Wikipedia, no se me ocurre de qué podría tratarse como no sea la EX pidiendo dinero… (Perdón por el chiste machista)

Conclusión.

El mismo fenómeno o parecido se puede dar tanto por causas físicas como por la mera casualidad.

Así que cuando leo algo sobre sincronización suelo pensar: Puede ser, puede no ser, mejor me espero al artículo de la Wikipedia

Mientras tanto, hay una cosa que nunca, nunca jamás… podrá llegar a sincronizarse:

La afición española tarareando el himno de España.

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