A evitar: la Sagrada Família y Las Ramblas, las zonas más turísticas de Barcelona, cuya oferta gastronómica se caracteriza en muchos casos por los elevados precios para extranjeros y los platos precocinados que poco -o nada- tienen que ver con una paella tradicional mediterránea.
Las sangrías de litro o las cartas donde las pizzas comparten espacio con el arroz tampoco ayudan. En definitiva, dos puntos que acostumbran a aparecer en lo alto de los rankings de los peores valorados en portales como TripAdvisor o El Tenedor, a sortear.