En Valparaíso, Chile, un vendedor de maní tuvo un pequeño “imprevisto” donde se le atascó el zipper de su pantalón, y su compañera no dudó en ayudar… con dedicación, esfuerzo y hasta los dientes. El mundo necesita más gente solidaria como ella.
Hace 30 años, Éric Cantona propinó una patada voladora a un aficionado del Crystal Palace que lo había insultado llamándolo “maldito bastardo francés”. La patada le valió una suspensión de nueve meses.
“Debería haberle golpeado más fuerte”, dijo Cantona hace cinco años.