Esto te volará la cabeza!
En 1960, el inglés David Latimer decidió intentar crear un pequeño jardín dentro de una botella de vidrio.
El detalle curioso y sorprendente, es que la última vez que Latimer regó su jardín fue en 1972.
Cuando mueren partes de la planta, las bacterias del suelo usan el oxígeno para descomponer estas partes muertas, liberando dióxido de carbono y completando el círculo.
El ciclo del agua se reabastece de manera similar: el agua que la planta toma a través de sus raíces finalmente sale de sus hojas, se condensa en el interior de la botella y gotea de nuevo en él. La botella funciona como una versión micro de lo que sucede en todo el planeta…. ¡Impresionante!
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