
En este Megapost conoceremos la historia que hay detrás del famoso bolígrafo.
Todos alguna vez nos hemos encontrado en internet con esta imagen:

Ya sea con otro fondo o tipo de letra, cuenta la misma historia como si de un mantra se tratara, que la NASA invirtió millones de dólares en crear un boli para los astronautas useños, mientras los rusos usaron un puñetero lápiz, ¿Qué hay de cierto en eso? ¿Es un bulo?

Pues esta historia de internet es tan vieja como aquel príncipe nigeriano que te pedía por correo 2000€ para desbloquear su herencia y que a cambio te haría millonario.

Y aquí estas, con tu vida mileurista leyendo este post por no tener mentalidad de tiburón.

A lo que vamos, el tema del boli llegó a tener ruido mediático mas allá del internet, llegando a ser mencionado en series como El ala oeste de la Casa Blanca.

¿Pero existió o no el puñetero boli?
Aquí la realidad del bolígrafo: La NASA encargó 34 lápices mecánicos a la empresa de Houston Tycam Engineering en 1965”. Dos de ellos volaron en la misión Gemini 3 en 1965.

¿El problema? era que cada lápiz costaba casi 130 dólares de la época.(Unos 500€ al cambio).

Y cuando la cifra se hizo pública, la agencia espacial estadounidense se vio obligada a dar explicaciones o buscar otra solución.

Pero la cosa es que no era un lápiz cualquiera: eran muy ligeros, resistentes y diseñados para poder usarse con el traje y los guantes puestos. Pero estas explicaciones no acabaron de calar, sobre todo porque a bordo había otros cuatro lápices normales que costaron 49 centavos en total y que, encima, habían sido fabricados en Japón, lo que molestó a los más patriotas.

Un proyecto que nadie te pidió
Fisher Pen Company, una empresa fabricante que al escuchar la rueda de prensa, decidió ponerse a trabajar en un bolígrafo que pudieran usar los astronautas. Lo hizo por su cuenta, sin preguntar primero y confiando en obtener a cambio, sobre todo, publicidad.

Su desarrollo costó un millón de dólares, pero corrió a cargo de la empresa y no del contribuyente!. El truco de este boli es que su cartucho está a presión, que es lo que empuja la tinta en lugar de la gravedad. Además, la tinta es en realidad un gel hasta que la bola lo convierte en fluido al escribir.
Un millón de dólares costó su desarrollo.

La compañía le ofreció el bolígrafo a la NASA, que en 1967 y tras probarlo, compró 400 unidades. También se apuntó la Unión Soviética, que encargó otros 100 bolis y 1.000 cartuchos para usarlos en las misiones Soyuz. Es decir, los rusos no usaron un lápiz: compraron el mismo bolígrafo.


FIN

Si era cierto, pero con matices.
Mención especial al comentario que me ha dado la idea.

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