La piratería es un delito, menos si lo hago yo!
Entra y te cuento una rocambolesca historia que tiene que ver con la antipiratería
Todos hemos visto alguna vez este aviso, ya sea por ir al cine (en la década 2000) o por utilizar tu antiguo DVD, literalmente todas las películas americanas incluían este corte al iniciar sus DVDs.
Lo que no te contaron:
En 2006, el señor de la foto (Melchior Rietveldt) compuso una música por encargo del lobby antidescargas holandés BREIN para un festival de cine local, repito… para un festival de cine local!
Al año siguiente Melchior, como por arte de magia, escuchó su creación musical en un DVD de Harry Potter que se compró. Efectivamente se trataba de la canción de fondo del video antipiratería. Acababan de usar su tema sin su permiso y lo habían reproducido en miles de DVD!
Rietveldt decidió acudir a las entidades de derechos de autor, que en los Países Bajos son la Buma y la Stemra.
Total, para nada, porque aunque Buma – Stemra representaba sus intereses como autor, las reclamaciones de Rietveldt no llegaron a ninguna parte. Como sabían que habían metido la pata, le dieron 15.000€ como anticipo, en plan «tome y no moleste», ahhh y le prometieron una lista de todos los DVD donde aparecía su música.
Pasaron los años y la lista de los DVD nunca llegó, ya en 2009 Rietveldt reclamó otra vez a Buma – Stemra, consiguió 10.000€ más y ni rastro de los datos solicitados. En 2011 vuelve otra vez y reclama, le sueltan otros 10,000€ y le siguen dando largas.
El caso es que su música se reprodujo en millones de copias de DVD, y según los cálculos que dio a conocer en 2011 el asesor financiero de Melchior Rietveldt, el autor había dejado de ingresar por lo menos un millón de euros. De esa cantidad, un 33 % se la quedaría Buma – Stemra en concepto de defensa de los derechos de autor.
Por su parte, el lobby antipiratería BREIN mantenía que ellos no tenían la culpa de que la canción se hubiera propagado de DVD en DVD como si de una enfermedad contagiosa se tratara.
Operación barba roja
Pero eso no es todo, dentro de Buma – Stemra se planeó una operación donde un miembro del consejo de Buma-Stemra propuso a Rietveldt que registrara su canción en un sello musical llamado High Fashion Music y así Rietveldt cobraría el 33 % de los royalties. Ah, sí, el propietario de High Fashion Music era (es)… ¡anda!, el mismo miembro del consejo que se le ocurrió la idea 👀👀👀.
Ya en 2012, Buma – Stemra llegó a un acuerdo con BREIN para que el lobby antipiratería abonase 60.000 euros por el uso de la pieza musical, y el compositor dijo que no, que por menos de 164.974 euros que tenía él calculados no había nada de lo que hablar.
Tribunal de Distrito de Amsterdam ha determinado que la entidad de gestión de los derechos de autor no ha hecho los deberes, que Buma – Stemra debe hacerse cargo de las costas judiciales (algunas fuentes hablan de una multa de 20.000 euros, un término que la entidad tacha de falso) y la ha conminado a seguir con el proceso para que el autor perciba todo el dinero que se le adeuda. Ah, y que lo mantengan informado.
FIN
