(3027) Shavarsh es un asteroide perteneciente al cinturón de asteroides. Recibió inicialmente la designación de 1978 PQ. Más tarde, en 1986, se nombró en honor del nadador soviético Shavarsh Karapetyan.
Shavarsh es un ex-nadador con aletas que consiguió varios récords y campeonatos mundiales para la Unión Soviética siendo de Armenia, por aquél entonces integrada en la URSS y es más conocido como héroe por el rescate de personas que llevó a cabo en un trolebús hundido en 1976.
Entra para leer más de esta fascinante historia.
* Esta publicación es un collage compuesto de varios extractos de artículos diversos.
El accidente
El 16 de septiembre de 1976 Shavars entrenaba con su hermano Kamo, también nadador con aletas. Karapetyan acababa de terminar su habitual distancia de 20 kilómetros (12 millas) corriendo alrededor del Lago Ereván, cuando oyó el sonido del choque y vio el hundimiento del trolebús, que había perdido el control (a su conductor le dio un infarto) y caído desde la pared de la presa.
Rescate
El trolebús cayó en la parte inferior del depósito de unos veinticinco metros (80 pies) a una profundidad de diez metros (33 pies). Karapetyan nadó hasta allá y a pesar de las condiciones de visibilidad casi nula, debido al aumento de sedimentos del fondo, rompió la ventana trasera con las piernas. El trolebús estaba lleno (92 pasajeros) y Karapetyan sabía que tenía poco tiempo, empleó entre 30 y 35 segundos por cada persona que salvó.
Karapetyan logró rescatar a veinte personas (salvó unas treinta, pero solo veinte de ellas sobrevivieron), pero esto terminó su carrera deportiva: el efecto combinado del agua fría (hipotermia) y las múltiples heridas que recibió (por los cortes producidos por los cristales), lo dejó inconsciente durante 45 días. La septicemia grave posterior, debido a la presencia de aguas negras en el agua del lago, y las complicaciones pulmonares (neumonía bilateral) le impidieron continuar su carrera deportiva.
Karapetyan se quitó la ropa y se tiró al agua. Al llegar al fondo, rompió las ventanas del autobús y comenzó a sacar, una por una, a las personas. En cerca de 20 minutos, sacó a más de 30 pasajeros, aunque sólo sobrevivieron 20; algunos ya habían fallecido cuando los rescató.
auroraprize
…pateando entre el agua helada, la suciedad y los restos de metal y vidrio que flotaban por todas partes sin advertirse hasta que le golpeaban y le rasgaban la piel. Cuando salió por trigésima vez a la superficie, el nadador se desmayó.
Jotdown
La perfecta Unión Soviética
El logro de Karapetyan no fue reconocido inmediatamente. Todas las fotos relacionadas se mantuvieron en la oficina del fiscal de distrito y sólo se publicaron dos años después.
El accidente fue tachado por los medios. ¿La razón? Al parecer, era inconcebible que un trolebús soviético pudiera estrellarse. Cubrir el heroísmo de Shavarsh también significaría reconocer que el gobierno era capaz de fracasar. Las vidas que Shavarsh había salvado eran reales. Había decenas de personas que aún respiraban y que no lo habrían hecho si Shavarsh no los hubiera sacado del carrito que se hundía. Pero el acto en sí “no ocurrió”: la cobertura del accidente se limitó a unos pocos párrafos en el periódico local y el rescate no se mencionó.
El propio Shavarsh fue casi otra víctima del accidente del trolebús. Cogió una doble neumonía. Estaba delirando y con fiebre y estuvo hospitalizado durante un mes. Estuvo más tiempo postrado en cama. Un atleta de menor categoría no podría haber salvado a esas personas, e incluso si hubiera podido, es posible que un atleta de menor categoría no hubiera sobrevivido al rescate. Shavarsh sobrevivió. De hecho, se obligó a recuperar la salud. Pero ya no fue la misma persona después. El agua, el mismo acto de nadar, se convirtió para él en fuente de dolor. Lo odiaba. Pero lo hizo de todos modos. Algo lo obligó a completar la tarea que se había propuesto antes del accidente. Después de todo, hasta donde sabían sus críticos y competidores, no fue un accidente. Si no lograba recuperar su forma, nunca entenderían por qué. Pero, por supuesto, lo logró. Por supuesto, se obligó a superar la miseria y volvió a la natación con aletas y rompió otro récord mundial.
sportsstories (Inglés)
Todas las fotos y documentos relativos al accidente se guardaron en oscuros archivos judiciales hasta que, el 12 de octubre de 1982, el Komsomolskaya Pravda publicó un reportaje titulado: «La batalla subacuática del campeón». En él, glosaba la proeza del bravo nadador armenio empleando un lenguaje con más hipérboles que los cantares de gesta y las sagas nórdicas. Al poco de salir a la luz, Karapetyan recibió más de setenta mil cartas de agradecimiento de todos los confines de la Unión Soviética, y el Sóviet Supremo le condecoró con un montón de medallas más, incluidas las de Maestro del Deporte de la URSS y la de la Orden del Distintivo al Honor. Ahora sí que sí era un héroe de la patria y, sin embargo, siguió manteniendo el mismo perfil humilde.
Jotdown
El 19 de febrero de 1985 Shavarsh pasaba cerca de un centro comercial en llamas, en el que había varias personas atrapadas en el interior. Se precipitó y comenzó a rescatar gente sin pensarlo dos veces. Una vez más, fue herido de gravedad (quemaduras) y pasó mucho tiempo en el hospital.
Señor, ayúdame a salvar una vida más…
* Esto lo vi en un vídeo pero no pude encontrar otra fuente que lo corroborase, tal vez sea solo una dramatización con el objeto de adornar la historia:
En uno de los viajes hacia el interior del lago durante el rescate y debido seguramente a la fatiga y falta de visibilidad se equivocó y subió a la superficie uno de los asientos del trolebús, esto le mortificó pensando que podría haber salvado a uno más.
Lo que me recordó la historia de Desmond Doss magistralmente retratada en la película de Mel Gibson «Hasta el último hombre» en la que un objetor de conciencia se alista para ir a la segunda guerra mundial a pesar de todas las dificultades que le pusieron y la incomprensión y desprecio de todos sus compañeros porque se negaba a portar un arma queriendo limitar sus acciones a la ayuda médica, el cual se encargó de recoger del campo de batalla, expuesto al fuego enemigo a los soldados heridos para llevarlos al hospital de campaña.
Mientras salvaba a sus compañeros le rezaba a Dios pidiéndole cada vez: «ayúdame a salvar uno más»
Otros reconocimientos
Tras toda una vida arrebatándole presas a la muerte, se ve que en Rusia ya no quedaban más condecoraciones para darle así que, en 1986, el astrónomo Nikolai Chernykh, bautizó con su nombre a un asteroide —el 3027 Shavarsh—, en 2010 fue galardonado con el Fair Play Award de la UNESCO, y en 2014, con motivo de los Juegos de Invierno de Sochi, se convirtió en la única persona que ha portado la antorcha olímpica en dos relevos distintos durante la misma olimpiada.
Jotdown
Hoy en día vive regentando su tienda y con un cargamento de medallas que no hay sitio donde ponerlas, cuando veo esta foto entiendo lo que es estar orgulloso de algo y ser un puto héroe de verdad.
Para acabar, que no falte nunca la música en vuestras vidas.