¿Alguien ha dicho crisis energética?
Atlantropa es el nombre dado a un proyecto que preveía la construcción de una inmensa presa en el estrecho de Gibraltar, lo que habría permitido cerrar el mar Mediterráneo. Se propuso por primera vez el 1 de marzo de 1928 por el arquitecto alemán Herman Sörgel.
El proyecto estaba dirigido principalmente a la producción de energía, la aparición de nuevas tierras por el descenso del nivel del Mediterráneo y, finalmente, a la unión entre los continentes europeo y africano. Era la solución propuesta por Sörgel para resolver los problemas de la civilización europea. Europa tendría un suministro inagotable de energía (combustible y electricidad), y ello habría permitido unir a los europeos en un proyecto pacífico común. (Wikipedia)
¿Podría replantearse este proyecto en el futuro?
Todo parece indicar que no, pero la raza humana se ha caracterizado tanto por conseguir los mayores logros como por causar las peores catástrofes. Considerando la intención principal del proyecto que es el abastecimiento energético, medidas recientes como la declaración de energías nucleares y gas como verdes (EFE) nos hacen ver cual será el camino y la transición hacia las energías limpias podría ir de la mano de las nucleares ante la futura y creciente necesidad energética.
Conocimientos más modernos podrían descartar definitivamente el proyecto o reabrir el debate, algunos de los problemas que plantea iban desde riesgos de cambio climático hasta riesgos terroristas, pasando por el destino de África, que si bien se beneficiaria en algunos aspectos, no dejaría de ser víctima de expolio dada la visión eurocentrista del arquitecto.
Por último, podemos mencionar los numerosos problemas ecológicos que se derivarían de la ausencia del Mediterráneo en las zonas que baña. Por ejemplo, con la reducción de la masa de agua y su impacto en la circulación atmosférica, todos los climas del sur de Europa se verían afectados de forma importante. También se derivarían riesgos tectónicos debido a la convergencia en esta zona de las placas euroasiática y africana.
Herman Sörgel consideraba como poco importantes algunos de los problemas planteados.
Ideas actuales.
Resulta que existe un anteproyecto llamado Presa Puente Estrecho de Gibraltar que pretende unir los dos continentes y regular el nivel del mar Mediterráneo ante el deshielo polar.
Presas… puentes… túneles… todo tipo de rocambolescos proyectos se han presentado alrededor del estrecho de Gibraltar… no todos tienen un propósito energético, sí en cambio comercial y social. Aparte de ver si realmente es necesario algo así convendría plantearse si es posible hacerlo desde un punto de vista tecnológico.
El puente.
La orografía del estrecho de Gibraltar es bastante peculiar. Desde luego no es un sitio plano y apacible, está lleno de cañones, grandes fisuras y corrientes opuestas de entrada y salida en diversas capas debido a la diferencia de densidad salina, aún así, existe la idea de construir un puente sobre el estrecho.
Tung-Yen Lin fue un ingeniero de estructuras que estudió hace décadas la posibilidad de construir un puente a lo largo de los 14 kilómetros del estrecho. Su principal preocupación era la irregularidad del lecho marino.
Se deberían colocar pilares de hasta 900 metros de profundidad, sin embargo dada la orografía T.Y.Lin estimó que solo un pilar central debería tener esa altura mientras que los dos pilares extremos no serían tan profundos.
Así pues el puente tendría una longitud de 5 kms. en los huecos entre los pilares y 2 kms. en los huecos hasta las orillas.
Los 800 primeros metros del tablero desde la torre estarían suspendidos de forma atirantada, quedando una distancia de 3400 metros que tendrían que ser suspendidas de forma colgante desde los soportes diagonales. (Mosingenieros)
El proyecto era teóricamente viable.
Túnel.
Un túnel subterráneo parecido al túnel del canal de la Mancha está en etapa de planificación según Wikipedia.
Crisis salina del Messiniense e inundación Zancliense.
La imágenes de una cuenca mediterránea con 100 metros menos de profundidad de agua y la consiguiente costa ganada me trajeron a la memoria estos dos fascinantes eventos que tuvieron lugar entre 5.96 y 5.33 millones de años en los cuales primero el mar mediterráneo se desconectó de su entrada de agua atlántica causando la progresiva sequia del mar hasta casi desaparecer dejando un infértil suelo salino antes de volver a ser inundado de nuevo.
Tuvo lugar por el corrimiento de placas tectónicas que elevaron la tierra uniendo los dos continentes por encima del nivel del océano atlántico.
Así pues el estrecho ya hizo de gran presa de forma natural una vez, impidiendo la entrada de agua hacia el mediterráneo.
Durante la interconexión de continentes se produjeron migraciones de mamíferos y otras especies.
El ritmo de evaporación del mar mayor que la precipitación y la recogida de aguas de los ríos que en él drenan causó la rápida caída del nivel del mar.
La crisis salina se terminó con la inundación Zancliense, teorizada en base a la erosión del Atlántico sobre el estrecho de Gibraltar, creando numerosas fisuras hasta finalmente un gran derrame de agua el cual se precipitó en una caída de más de un kilómetro hacia la cuenca seca del mediterráneo comenzando a inundarlo.
La inundación pudo prolongarse durante un período estimado entre varios meses y dos años.
La elevación del nivel del mar en la cuenca pudo haber alcanzado velocidades superiores a los diez metros por día.
La erosión del océano atlántico sobre el estrecho fue modelando la orografía de éste hasta la actualidad, haciéndola particularmente difícil de dominar pero no imposible.
Atlantropía.
Un proyecto así puede considerarse como una utopía con las características de estas. Herman Sörgel, había puesto en marcha el proyecto sobre todo para la humanidad, para promover el Hombre Nuevo. Quería resolver los problemas que afrontaba la civilización europea. Escribió: «Sea Atlantropa o la decadencia del mundo».
¿Tal vez nuevos desafíos para el ser humano como la subida del nivel de las aguas rescate un proyecto en principio tan mastodóntico como disparatado y peligroso como este?
¿Tal vez seria conveniente «domar los mares» para poder regular la elevación de las aguas mediante desecaciones e inundaciones?
Esto ya entra en el terrero de la ciencia ficción y en ese terreno, utopías de todos los colores se han visto y se verán, capturando nuestra atención y despertando el asombro e imaginación de propios y extraños, como niños fascinados ante un juguete de un dinosaurio o una nave espacial.
Distopía.
En 2007, el videojuego BioShock presentó una ciudad utópica sumergida bajo el agua, lejos según su creador de «parásitos» y políticos corruptos y siendo estos males endémicos del ser humano, la corrupción, la avaricia y la maldad acabaron convirtiéndola en una sociedad enferma y autodestructiva.
Una vez más, era demasiado bonito para ser cierto.
